Semana 3. Increíbles paisajes terrestres y marinos
04 de octubre, Cantiles de Guadalupe y Volcán Coronado
Llegamos a Cantiles de Guadalupe, en Bahía de los Ángeles. Cantiles de Guadalupe es un sitio espectacular de roca que se encuentra junto a un estero. Los monitores bajaron a censar las poblaciones de peces e invertebrados, y encontraron un lugar colorido con jardines de gorgonias. Aunque los vivos colores que vimos son una buena señal para los corales, seguimos sin avistar grandes poblaciones de peces, en especial de peces de gran tamaño. Afortunadamente, en Cantiles de Guadalupe tuvimos un encuentro con peces juveniles de cabrilla y de pargos. Los pargos son peces muy importantes para la salud de los arrecifes, y sumamente presionados por la industria de la pesca. Es un gusto encontrar a los bebés de esta valiosa especie.
También en Bahía de los Ángeles se encuentra el Volcán Coronado, inactivo desde hace muchos años, pero que ha dado vida a una isla volcánica inigualable. Esta Isla cuenta con el bosque de mangle más norteño ubicado en la Península de Baja California. En las cercanías de este sitio nos llegó el anochecer, pero contemplamos bajar a muestrear mañana en otros bosques de mangle cercanos.
05 de octubre, La Ventana
Continuamos monitoreando las islas alrededor de Bahía de los Ángeles; hoy llegamos a La Ventana, una pequeña isla con mucha diversidad de invertebrados, pero lamentablemente muy sobreexplotada por la pesca por su cercanía con la Bahía, pese a encontrarse dentro de lo que es un Área Natural Protegida. Por sus características actuales pensamos que tiene el potencial de recuperarse, pero para ello se necesitan mejorar las condiciones de protección actuales.
Durante el monitoreo por los aires con los drones de DJI encontramos un grupo de pelícanos alimentándose de un cardumen de sardinas y decidimos acercar el dron para capturar el momento, sin perturbar a las aves en su comida.
06 y 07 de octubre, Los Choros y Bahía Alacranes. Un verde electrizante
En los últimos días hemos navegado cerca de 14 horas seguidas, pero cualquier cansancio que el equipo siente quedó opacado cuando llegamos a Los Choros; este es un sitio que nos remontó a cuentos de ciencia ficción, pues el agua se encontró tan productiva y rica en microalgas que era de un color verde brillante, casi neón.
El día estuvo marcado por dos increíbles interacciones con fauna marina. Un pulpo, el primero que hemos visto en toda la expedición, nos estuvo siguiendo durante el buceo en Los Choros, y permitió que le tomáramos fotografías. Por la noche, un cardumen de sardinas se acercó al barco, lo que atrajo murciélagos pescadores, la única especie de murciélago en el mundo que se alimenta exclusivamente de peces, y que es endémico de Baja California.
08 de octubre, Isla San Ildefonso y el Púlpito
Por la mañana llegamos a la Isla San Ildefonso, que nos recibió con cielos nublados y un ligero chubasco. Aún así, bajamos a bucear. Descubrimos que la isla está sumamente sobreexplotada por la pesca. Los corales abanicos de mar se encontraron cubiertos de macroalgas, lo cual daña su salud pues impide la fotosíntesis de sus microalgas simbiontes. La abundancia de macroalgas nos indica sobrepesca, pues cuando las poblaciones de peces se encuentran estables, ellos son los encargados de alimentarse de estas grandes algas que ahora cubren a los corales.
La experiencia en isla San Ildefonso nos dejó un mal sabor de boca, pero el buceo en Punta Púlpito, nuestro siguiente sitio de monitoreo, nos devolvió el optimismo. Punta Púlpito es un lugar espectacular, y para nuestra sorpresa y alegría lo encontramos igual que en expediciones pasadas: lleno de vida, con coral negro y abanicos de mar saludables. El contraste entre ambos sitios de muestreo nos demuestra una vez más la importancia de mejorar nuestros planes de manejo y conservación, y nos motiva a seguir adelante con el avance del conocimiento científico sobre el Golfo de California y sus increíbles islas.
09 de octubre, San Basilio
Amanecimos en la Bahía de San Basilio, un sitio con varios esteros pequeños que cumplen un papel fundamental en la repoblación de peces arrecifales, pues es zona de crianza de juveniles, también llamado “nursery”. La perspectiva desde el cielo con los drones de DJI nos permiten ver el curioso paisaje que se forma entre estos esteros pequeños y el inmenso mar.
Durante el día estuvimos documentando e investigando más a fondo el efecto de la pérdida de abanicos de mar o gorgonias. Para esto, el equipo de monitoreo de invertebrados realizó más transectos a lo largo de los arrecifes; con esto, observaron cómo estos grupos de corales se ven afectados, principalmente en los primeros metros de profundidad.
Al atardecer, durante los últimos momentos de buceo, tuvimos la suerte de ver un momento mágico cuando cientos de peces llamados señoritas se acercó a la superficie a iniciar su ritual de reproducción; el baile de los peces adornado con la luz dorada del atardecer fue el final perfecto para un día de buceo.