¿Sabías que más de 100 países en el mundo reconocen el derecho a un ambiente sano para el desarrollo y bienestar como un derecho humano básico? Y uno de esos países es México.
Desde el año 2014, en México, el derecho al ambiente saludable es uno más de los derechos humanos reconocidos constitucionalmente. Con ello reconocemos que dependemos de un ambiente sano para un desarrollo pleno; su reconocimiento como derecho humano le otorga protección jurídica, y reconoce el valor intrínseco que la naturaleza posee.
Y sin embargo, México es el país más peligroso para quienes luchan por sus derechos ambientales.
Tan solo en el 2021, 54 activistas ambientales fueron asesinados, de acuerdo con la ONG Global Witness, y sus muertes continúan sin esclarecerse. Además, muchos de los activistas son miembros de comunidades originarias, lo que socialmente ya los pone en una situación vulnerable, a pesar de lo cual luchan por proteger sus recursos naturales en contra industrias, gobiernos, e incluso contra el narcotráfico.
En todo el mundo, la población indígena habita cerca de 25% del territorio global, y sin embargo, dentro de este territorio, las comunidades originarias protegen y manejan hasta el 85% de la biodiversidad.
Con este reporte, México se ubica como el país más peligroso para los activistas ambientales en todo el mundo. De acuerdo con Global Witness, casi la mitad de las víctimas eran miembros de comunidades indígenas; dos terceras partes de las muertes registradas en el 2021 fueron asociadas a conflictos con la industria minera, y tuvieron lugar en Oaxaca y Sinaloa.
En el día mundial de los derechos humanos, reconozcamos que la lucha por los derechos está inseparablemente relacionada con la lucha por un medio ambiente saludable, y los crímenes contra personas defensoras del medio ambiente son crímenes contra todo el mundo.